martes, 16 de septiembre de 2014

El conflicto histórico entre Israel y Palestina y sus fases



El conflicto entre Israel y Palestina pudiera exponerse en cuatro fases: la primera que va desde 1917 a 1948 y se enmarca en la vigencia del mandato británico que administró la Palestina histórica hasta la creación oficial del Estado de Israel; y abarca la Declaración de Balfour de 1917 en donde el Reino Unido se declara a favor de la creación del Estado de Israel, la Resolución 181 de la ONU de 1947 que aprueba la partición de Palestina en dos Estados (el de Israel con dimensiones territoriales muchísimo menores a las actuales), la internacionalización de la ciudad de Jerusalén, y el regreso de los palestinos refugiados; el fin del mandato británico en mayo de 1948 y la creación del Estado de Israel, todo ello en el contexto de las luchas independentistas árabes contra potencias colonialistas como Francia e Inglaterra (casos de Líbano, Siria, Egipto e Iraq).

Una segunda fase del conflicto abarca los años 1948 a 1956. En 1948 la ONU emite la Resolución 194 sobre el derecho de los palestinos a regresar a los territorios de los que habían sido desplazados por la fuerza (en lo que en árabe se denomina la Nakba o catástrofe) y la obligación de Israel de compensar económicamente a las víctimas por los daños materiales sufridos por la expulsión de sus territorios.
Una tercera fase comprende el período 1957 a 1967. En junio de 1967 se desarrolla la guerra de los seis días que involucró a Siria, Egipto, Jordania e Israel, ocasionada por la expansión territorial de Israel que ocupó los Altos del Golán en Siria, la Península del Sinaí en Egipto y Jerusalén del Este (barrio musulmán), en donde los países árabes fueron derrotados, la capacidad militar de Israel se potenció y sus territorios se expandieron incluyendo la Franja de Gaza y Cisjordania, violando las fronteras que se habían establecido en la mencionada Resolución 181 de la ONU.
Los acontecimientos en la Franja de Gaza tienen décadas (pudiéramos llamar a ésta la cuarta fase) la magnitud de los últimos ataques del estado israelí hace que el conflicto se visibilice más, pero la guerra cotidiana, psicológica e indiscriminada de la que es víctima el pueblo palestino es histórica, sin que ello se deba a causas religiosas (musulmanes, judíos y cristianos por siglos convivieron pacíficamente en territorio palestino) o de odios interraciales, al contrario, la guerra que libra el Estado sionista en Palestina es una típica guerra por territorio, y los intereses de Israel, Estados Unidos y algunos miembros de la Liga Árabe, como Arabia Saudita, son eminentemente geopolíticos.
No olvidemos que quienes sufren, quienes pierden a sus familiares,  sus casas, quienes mueren, son las personas, no los “pueblos” ni las “religiones”. Esta interminable guerra tiene ya 67 años.
No es suficiente  con encuentros de solidaridad,  envío de víveres y medicinas o meros pronunciamientos. Los gobiernos deben actuar y sancionar duramente al gobierno israelí.
En el último año, Israel ha autorizado la construcción de 14.000 viviendas israelíes en asentamientos ilegales en Palestina, han resultado heridos más de 1.751 palestinos, han demolido 508 viviendas, escuelas, fábricas y otras construcciones palestinas, han arrestado a 3.300 palestinos y palestinas.
Pareciera que lo que se pretende hoy contra Palestina es una guerra de exterminio dirigida por la cúpula empresarial y militar de Israel.

Hoy es Palestina, mañana puede ser Venezuela…

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