En agosto de este año,la MUD alcanzó una serie de acuerdos
mínimos, que no fueron difundidos oficialmente, con varios puntos comunes, en el que declaraban una “unidad políticamente correcta, con el sometimiento a consenso de toda
iniciativa particular, el cese de proyectos paralelos, un pacto de no agresión
y el chavismo como rival común”; tras meses de
acusaciones y de cambios en la dirección de la organización, que evidenciaron
las profundas divergencias entre los adversarios al chavismo, se abrió el
debate, producto de la “reflexión” sobre las últimas derrotas electorales: las
presidenciales y las municipales.
Sin embargo, es por todos
conocido, que María Corina Machado, Leopoldo López y un grupo de políticos y
“eruditos” de la derecha, han lanzado a la calle la propuesta de una
constituyente. La consigna de la constituyente (robada del chavismo, vale
recordar) pudiera ser interpretada como una excusa para continuar con la
estrategia adoptada a principios de año, que tenía por objetivo sacar de manera
forzosa de Miraflores al Presidente Nicolás Maduro y como método táctico
acciones de calle de carácter violento.
No obstante, la propuesta
de una constituyente, es un interesante lema electoral. Pudiera representar la
incorporación de este sectora la vía democrática electoral, una justificación
para un viraje hacia métodos pacíficos. Después de todo, la violencia no les ha permitido los resultados esperados, y en el cuadro internacional no lesfavorece
posicionarse como promotores de un derrocamiento del Gobierno Bolivariano. Opción
más viable y menos evidente,que no sería percibida por el pueblo como una
salida violenta. De esta forma pretenden borrar del imaginario las acciones de
febrero a mayo de éste año.
De cualquier manera, hay
sectores opositores golpistas que insisten en no dar un viraje y que debe continuarse con la
táctica violenta y golpista desarrollada hasta ahora. ¿Será que consideran que les
ha dado resultados?Además, reivindican lo ocurrido en San Cristóbal y San
Diego. Pero otros factores objetan esta opción y advierten sobre el peligro que
representa una división más profunda y permanente de la
oposición en la perspectiva de las elecciones de 2015. En fin, ¿violencia o
elecciones parlamentarias? ese es el dilema opositor… Veamos si logran, por
primera vez: ponerse de acuerdo, personalmente…. lo dudo!
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