Venezuela y Colombia,
firmaron este 6 de febrero un convenio binacional que establece una serie de
medidas y acciones para combatir el contrabando de alimentos y combustible que
afecta de manera coyuntural nuestra economía.
En esta materia la fotografía de Venezuela es el siguiente:
al incremento de la demanda de productos, se unen las dificultades para cubrir
las solicitudes de dólares, una producción nacional que no marcha a la par de
la demanda y un incesante e incontrolable
contrabando de extracción. El aceite comestible, el azúcar, el café, la
harina precocida de maíz, etc., son productos que pasan las fronteras atraídos
por unos precios mayores. Lo que solo ocurría con la gasolina, se ha
generalizado a casi todo lo que consumimos.
El desabastecimiento, producto del contrabando, flagela y
hace un daño importante y peligroso al pueblo venezolano. Ese contrabando de
extracción genera mucho dinero y riquezas para sus involucrados, quienes enfrentarán
de ahora en adelante, la ofensiva económica decretada por el presidente Nicolás
Maduro como contragolpe a la guerra económica.
Adicionalmente en Venezuela los ciudadanos tenemos la
sensación de que lo que vemos hoy no lo encontraremos mañana y entonces
terminamos víctimas de un consumismo desbordado que agudiza el problema. Tenemos
además al capitalismo salvaje (citando las palabras de nuestro Comandante) que se
mueve en función de las ganancias y sabemos que en Venezuela se puede ganar
mucho dinero con este inescrupuloso negocio que genera ingresos semejantes a los
del narcotráfico. Ahora bien, opinamos que el Estado no debe abandonar la
política de subsidio, porque lo que le toca hacer es ser mucho más eficiente atacando al
contrabando de extracción. Por esta razón, la contundencia de las
decisiones de ayer demuestra la convicción y las acciones precisas del gobierno.
Debemos trabajar conjuntamente pueblo y Estado. La contraloría
social tiene que hacer lo propio. Ya se activo la central telefónica
800-TACHIRA (0800-8114471) con la finalidad de recibir denuncias vinculadas
al delito de contrabando de extracción. ¡Nuestra participación es importante!.
El pueblo independientemente de su posición ideológica puede
abocarse en la solución del problema evitando que estas mafias sigan desviando
los alimentos. La soberanía alimentaria y atacar el contrabando además de un
tema político, es un problema de todos.
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