En Venezuela estamos a la espera de la reanudación de las
sesiones del Diálogo Gobierno-Oposición
que se iniciaron el pasado 10 de abril. Después
del éxito del primer encuentro, los avances en las conversaciones descubrieron ciertos
“escollos” que se expresan en la continuación de la violencia en las calles y en
los reclamos de los sectores involucrados en el proceso.
En el interin todos
los venezolan@s continuamos reclamando la necesidad del diálogo social y la
concertación.
La Canciller colombiana, María Angela Holgín, integrante de
la Comisión de Unasur, resumió lo que fue la primera fase del diálogo
así: "Ha sido, yo lo diría como de
catarsis, los dos lados se han dicho mucho de lo que tienen, no habían tenido
reuniones entre Gobierno y oposición desde hace 15 años".Sin embargo,
unos días después de la declaración de la Canciller, la coalición opositora, llamada Mesa de Unidad (MUD) manifestó que el proceso "está en crisis
tras la 'represión' y el incumplimiento de sus exigencias".
La voz cantante en este momento la lleva el Secretario Ejecutivo
de la coalición opositora, Ramón
Guillermo Aveledo, quien sostuvo desacertadamente que los líderes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)
han socavado el diálogo tras constantes insultos y su negativa a liberar a los
que ellos denominan "presos políticos".
Como punto de honor de la oposición,se habla de la represión
a los estudiantes y de la falta de voluntad del Gobierno para que este
movimiento se sume al diálogo.Los problemas precisos que han sido planteados
por la MUD en el marco del diálogo, son los relacionados con la Ley de
Ordenamiento de Territorio, y la pacificación nacional. De esta forma la
oposición se plantea que sin resultados
concretos, no es posible continuar con el diálogo y solicitan una reunión
sin el Gobierno con los cancilleres de UNASUR.
Por su parte, el Presidente Maduro ha
asegurado que la MUD está siendo
presionada para salir del diálogo por
sectores extremistas e incluso ha hecho mención a grupos
políticos y de la oposición radicada en Estados Unidos (Tea Party).
Ante estas circunstancias pareciera que Venezuela se encuentra
frente a una situación de un “dialogo confiscado” por intereses oscuros.
Se hace necesario que el Gobierno se mantenga firme en sus
decisiones y no ceda ante las peticiones de la MUD. Es evidente que las
presiones de las que habla el Presidente Maduro no van a cesar, pero si estará
claro para l@s venezolan@s, que una vez más será la oposición la que se levante
de la mesa, como lo hicieron en las elecciones parlamentarias, y se evidenciará
al mundo que la “coalición opositora” no
tiene ninguna voluntad política de continuar.
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